martes, 15 de febrero de 2022

Primera Salida 2022

Mi primera salida de pesca a mosca de este 2022 ha sido a mediados de enero. Esta jornada se presentaba soleada pero con bajas temperaturas y el agua muy fría. El río Ter, mi escenario de pesca, presentaba un caudal muy bajo. Las truchas estaban acabando la freza. En definitiva, todos los factores más difíciles para la pesca con mosca. 

De esta manera, me propuse, como cada jornada y como todos los pescadores, a pescar la trucha de mi vida. Si más no a disfrutar. Empecé a pescar al medíodia, cuando la temperatura era algo más alta que el resto de franja diaria. Trabajando unas corrientes finas, lance tras lance, nada. Sin picada. Después de 2 horas remontando tramo me propuse a ir donde hacía justo un año vi una trucha enorme persiguiendo una truchita pequeña que traía. Fui a probar suerte, pensando que un monstruo como ese no comería una pequeña ninfita. Después de estar insistiendo ahí donde sabía que se escondía, se produjo... Ahí la tenía, al final de la línea. La estuve trabajando, con gran sufrimiento, en una zona de muy poca agua, con piedras, ramas, algas, etc. La llegué a tener a mis pies, ese momento te quedas de piedra. Una gran trucha fario de unos 80 centímetros. Finalmente, después de varios minutos se me acabo desanzuelando. 

Después de algunos otros minutos, pensando en aquella lucha y analizando lo ocurrido, volví a coger aire y sin decaer seguí para poder encontrar otra. Y así como es el río y la pesca, unos metros más arriba, en medio de una corriente vi una buena trucha cebar tímidamente. Me cebó a pocos metros de mi, muy cerca. Al momento me puse de rodillas, monté la caña de seca y esperé un rato a ver si volvía a cebar. Había bastante eclosión de efémera gris. No lo veía cebar más. Estaba confuso y no sabía bien como podía pescarla. Viendo las condiciones que había, me decidí a lanzarle la mosca seca. Después de varios buenos lances y posadas la trucha decidió subir a por ella. Clavada y empieza el frenesí! 


Un bonito ejemplar de hembra de unos 50 centímetros, muy y muy fuerte y sana.
Después de esta, llegué a un tramo de río parado donde también se que hay buenas truchas. Vi unas 8 truchas cebando sin parar, me quedé unos 5 minutos mirando ese espectáculo pero ya no tenía más tiempo como para seguir pescando, las responsabilidades me llamaban! 

En resumen, fue un gran estreno de año. Con fuerte y bonitas emociones. Experiencias y días inolvidables. Siempre disfrutando del río, el entorno, y de estos preciosos peces.





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